Violencia Machista, ponencia de Miriam Herbón

Violencia Machista, ponencia de Miriam Herbón para el sindicato ELA en la Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao, con motivo de la celebración del 25N Día Internacional contra la Violencia contra las Mujeres, en 2014.

“¿Por qué las mujeres maltratadas no dejan a sus parejas maltratadoras? Puede creerse que es por amor, porque le quiere. Pero esto es imposible porque no se puede amar o querer a quién te maltrata. Las mujeres que sufren maltrato tienen en común aspectos como la culpabilidad, el silencio y el miedo. […]

Son estructuras sociales las que amparan, instruyen a las personas en dichos comportamientos y sentimientos, en concreto, el patriarcado nos ha instruido y educado en esa creencia que sitúa al hombre como sujeto de poder sobre la mujer, y a la mujeres como objeto de ese poder y control por parte del hombre. El patriarcado sustenta y normaliza las conductas de violencia machista. […]

¿Cómo podemos actuar nosotras y nosotros para cambiar esas estructuras sociales? Actuando desde nuestra propia responsabilidad como personas conscientes de nuestro propio machismo que consiente y perpetúa esas dinámicas de poder y control frente al miedo y sumisión. Porque la violencia machista es la cúspide de muchos otros males de nuestra sociedad. […]

Las relaciones de “mal amor”, las cuales te hacen ceder, merman gradualmente la autoestima de las mujeres y genera una dependencia emocional. Por lo tanto, es necesario romper con ellas desde el momento que se dan. […]

Para un maltratador, la mujer no es una sujeta de derecho. Es más, ¿somos las mujeres en el mundo sujetas de derecho? ¿Decidimos en lo personal y en lo profesional? Tenemos empoderamiento funcional relativo (aunque existen dicotomías como lo profesional y el deseo materno), que es el poder para poder funcionar a nivel de educación, trabajo, relaciones sociales… Pero ¿tenemos empoderamiento emocional? Pues no completamente, porque estamos subordinadas a los deseos de los demás. […]

El maltrato muta y es atemporal. El patriarcado ajusta sus mecánicas de control y de poder. […]

Somos responsables de que esto deje de ocurrir, en nuestras casas, en nuestros trabajos, en nuestros barrios… para acabar con las estructuras de poder. […]”