Thelma y Louise
Thelma y Louise es una película al estilo ‘road movie’ de referencia mundial en el cine y en la vida de miles de mujeres que hemos sido contagiadas por la fuerza de sus protagonistas.
Thelma y Louise está cargada de simbolismos y referencias al machismo explícito y sutil, al sistema patriarcal que sostiene las múltiples violencias de todo tipo y formas hacia las mujeres.
Pero si algo se nos ha quedado en la retina es, indudablemente, la experiencia de empoderamiento de las mujeres.
Además, sus plurales protagonistas nos enseñan, a través de su vínculo, la palabra sororidad, la hermandad entre mujeres al percibirse como iguales y aliarse, compartir las ganas de cambiar su realidad debido a que todas experimentamos la opresión de diversas maneras.
En palabras de Marcela Lagarde ”la alianza de las mujeres en el compromiso por la causa feminista es tan importante como la lucha contra otros fenómenos de la opresión”. Y es que el resultado de la vida de las mujeres, sintiéndonos acompañadas en nuestras luchas, es radicalmente distinto a los logros en solitario.
Thelma y Louise nos pone los pelos de punta necesariamente, ya que para algunas mujeres la vida les coloca en un callejón sin marcha atrás y su única elección es seguir adelante.
Título original: Thelma & Louise
Director: Ridley Scott
Año: 1991
Duración: 128 min.
País: Estados Unidos
Guión: Callie Khouri
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Adrian Biddle
Reparto: Susan Sarandon, Geena Davis, Harvey Keitel, Michael Madsen, Brad Pitt, Christopher McDonald, Stephen Tobolowsky
Thelma Dickinson, es una mujer con la autoestima machacada por su pareja violenta que la infantiliza cada vez que se le antoja. Ella, como tantas otras mujeres adiestradas para ello, dedica su vida a cuidar a su marido en detrimento de cuidarse a ella misma. Ella no sabe aún que su vida está empobrecida por un mal amor y que puede cambiarla.
Por otra parte, Louise Sawyer trabaja en una cafetería como camarera y se siente cosificada por la violencia simbólica que los clientes ejercen sobre ella y sobre las demás mujeres. Además tiene una relación de amor tóxica con un músico que, según ella, nunca está a la altura de lo que ella espera en el amor.
La aventura de la emancipación, del empoderamiento propio de estas mujeres, surge un fin de semana con el planteamiento de realizar un viaje en coche que les saque de su monotonía y les lleve lejos de la vida que no quieren llevar.
Ambas mujeres empiezan el viaje con su mochila de vida, con sus miedos, sus contradicciones, su forma de pensar adiestrada por el patriarcado, pero poco a poco su autoestima, su necesidad de liberación de ese sistema que las oprime se va haciendo patente a medida que avanza el viaje y es lo que hace que la historia de sus vidas tomen un sentido inesperado por preservar su libertad.
Un canto a “la elección de cómo vivir vida” donde las mujeres deciden si quieren vivirla o no y en qué condiciones.