Las feminazis no existen y otras mentiras que nos cuenta el machismo (y nos tragamos)

6 Mar, 2019Artículos

El sistema patriarcal no es invencible, a pesar de las múltiples estrategias que utiliza para deslegitimar el propósito de igualdad entre mujeres y hombres que perseguimos desde el movimiento feminista. Quienes aún desconocen o no comprenden que este es el fin primordial de las feministas, deberán saber que las feminazis no existen y otras mentiras que nos cuenta el machismo (y nos tragamos).

El lenguaje es tan poderoso que una sola palabra puede desestabilizar luchas y movimientos sociales por su carga negativa. Eso ocurre con un término tan vacío de significado, como misógino. Hablamos del calificativo feminazi, utilizado para desprestigiar el movimiento feminista acusado de radical, con la torpe excusa de que éste, es análogo al machismo.

Entendamos de una vez: feminismo es igualdad, no fascismo. Los feminismos promulgan la paz, el nazismo, muerte.

Nada más alejado de la realidad. El feminismo es un movimiento sociopolítico que busca una igualdad de derechos entre mujeres y hombres, pero existe una clara campaña, en ocasiones abierta y en otras más velada, desde grupos y organizaciones de derechas que aún hoy siguen defendiendo valores machistas y heteropatriarcales. El peligro de estos ataques es que el discurso sigue permeando en nuestra sociedad.

Autoestima-MiriamHerbon

Lo hemos visto con la reciente aparición de la ultraconservadora y (esta sí) radical, Hazte Oír, que esta vez ha iniciado una campaña utilizando la imagen de Hitler junto al eslogan #StopFeminazis, para pedir al PP, Ciudadanos y Vox que deroguen las leyes contra la violencia machista aprobadas por el estado español, porque las considera discriminatorias hacia los hombres. Esta entidad continúa abanderando campañas tan aberrantes donde se posicionan contra el aborto, y declaran abiertamente su homofobia y transfobia, a pesar de haber perdido recientemente perdió el título de asociación de utilidad pública.

La campaña de Hazte Oír pretende concluir durante el 8 de Marzo con una manifestación a la que convocarán a lo largo de la semana, un gesto claramente provocador en la misma jornada en que las mujeres ocuparemos las calles con motivo de la Huelga Feminista por el Día Internacional de la Mujer.

Por qué el feminismo y el nazismo son incompatibles

Lo primero que debemos saber es que el término feminazi fue acuñado por un hombre. Esto no es irrelevante, pues al igual que muchas palabras y conceptos que rondan el imaginario colectivo, han sido emitidas desde el propio patriarcado.

En los últimos años ha sido frecuente encontrar este término en nombres de videojuegos como ‘Feminazi: The Triggering’, en redes sociales como Twitter o Facebook o en frases de Forocoches que, para quien no la conoce, es un espacio web abiertamente misógino, machista y que anima al discurso de odio.

Feminazi es una forma de relacionar, de forma claramente despectiva, al feminismo con el nazismo alemán. Algo carente de sentido, más aún si tenemos en cuenta que este régimen de persecución, se cobró la vida de 60 millones de personas, y persiguió a muchas feministas. Algunas de ellas pudieron huir, pero otras más murieron en campos de concentración.

El término fue utilizado por primera vez por Rush Limbaugh, un periodista conservador de los Estados Unidos, conocido por declaraciones polémicas como que “el feminismo surgió para permitir a las mujeres poco atractivas un acceso más fácil a la corriente principal de la sociedad”, entre otras ideas machistas.

Fue en uno de sus libros, titulado ‘The Way Things Ought to Be’ (Cómo deben ser las cosas), publicado en 1992, cuando comparó nuestro derecho a decidir como mujeres con el nazismo, refiriéndose al aborto como un “holocausto moderno” y señalándonos a las feministas como personas cuyo fin es provocar el máximo número de abortos posibles.

A partir de ese momento empezó a extenderse el concepto feminazi, con el objetivo de transmitir que el feminismo no busca la igualdad entre hombres y mujeres. Feminazi también suele ser utilizado para señalar a ciertos sectores del feminismo, especialmente cuando llevan a cabo una crítica acérrima del patriarcado.

Las feminazis no existen y otras mentiras que nos cuenta el machismo (y nos tragamos).

Habemos feministas negras, judías, latinas, musulmanas y con diversidades funcionales, es decir, las feministas somos libres de pertenecer a cualquier culto, religión o credo, de cualquier región o nacionalidad, raza o apariencia, porque la base del feminismo está en la igualdad de oportunidades para todas, por encima de las diferencias.

Las feministas no tenemos la creencia de superioridad o supremacía ante ningún grupo social, como sí lo tuvo el nazismo. Las mujeres conocemos de primera mano, el trato indiferente y con desdén de la sociedad, por lo cual, insistimos, sólo reclamamos vivir en un espacio de igualdad y un trato equitativo.

Para explicarlo de manera más sencilla, traemos a colación la respuesta que dio una niña de nueve años a un compañero varón de su escuela, quien la llamó feminista, con intención de ofenderla. La niña agradeció lo que ella consideró como un cumplido, pues el niño reconocía indirectamente en esa frase, que ella piensa que las mujeres y los hombres somos iguales. La anécdota fue compartida por la periodista Emma Vallespinós, madre de la niña, en Twitter.

Esta niña, simplificó en pocas palabras lo que desde los diversos feminismos hemos reivindicado durante décadas: Que mujeres y hombres somos iguales. Que el machismo mata, mientras que el feminismo es vida. Que el machismo oprime e invisibiliza, mientras que el feminismo libera y empodera. Que las mujeres y los hombres somos iguales y tenemos los mismos derechos, aunque persisten marcadas desigualdades y violencias contra nosotras que debemos erradicar por completo, siempre desde el feminismo.

Unidas por la igualdad

El día 8 de Marzo y el 25 de Noviembre, deberían ser los 365 días del año, hasta que las desigualdades y las múltiples manifestaciones de violencia machista contra nosotras, desaparezcan. Es necesario abordar estas realidades desde todos los frentes, y por supuesto, también desde el lenguaje.

Si tú no practicas, la violencia en su macro o micro expresión, piénsalo un par de veces antes de categorizar o señalar de Feminazi a cualquier conocida o desconocida radical, que cree, valora y defiende la igualdad y equidad no sólo por ella, sino también por ti y por todas nosotras, aunque lo exprese con rabia.

Tampoco debemos pedir disculpas a nadie por expresar ira en nuestras manifestaciones contra el machismo y más cuando la rabia, es una emoción, que indica la urgencia de un cambio y la inconformidad con un sistema desfavorecedor para nosotras las mujeres en general.

8 de marzo un día para la historia

Este histórico 8 de marzo un día para la historia, el movimiento feminista de muchos lugares del mundo decidimos parar, hacer un plantón, una huelga de mujeres que tenga un impacto en las vidas, en nuestras emociones, en nuestras rutinas y nuestros pensamientos, una huelga que haga girar el timón del rumbo de las mujeres y por ende también de los hombres.

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