¿Hambre física o emocional?

Mar 12, 2021Alimentación Consciente, Artículos

El hambre física se produce por la sencilla razón de que nuestro cuerpo necesita materia para mantenerse en funcionamiento y saciarla resulta fácil: comer hasta lograr una sensación de bienestar.  Y si tienes hambre una sandía logra satisfacerte.

 

El hambre física va aumentando gradualmente, y normalmente las personas tenemos la capacidad de control sobre lo que comemos, con tal de disminuir esta sensación, aunque no siempre es así.

Ocurre en el caso de la denominada hambre emocional, que aparece de manera repentina y nos produce ganas de comer sin razón aparente, y en esta situación nos atraen más ciertas comidas como postres, chocolate o cualquier alimento dulce.

Sentimos hambre emocional, porque comer determinados alimentos nos produce placer, pero también la experimentamos porque necesitamos llenar un vacío. Por ejemplo, cuando las personas están estresadas, ansiosas, o cuando están tristes, deprimidas, surge el hambre emocional.

Pero también cuando experimentamos euforia o felicidad, como en una celebración, una fiesta, o reunión con amistades o la familia. El hambre emocional nos atrapa, pero en un círculo vicioso de malestar ya que no es con la comida que logramos satisfacerla.

 

La alimentación consciente pretende recuperar esta relación con el cuerpo de forma que el comer represente únicamente una respuesta satisfactoria al hambre física que en cierta medida esté unida al placer, pero no sea esta la razón única y predominante de ingerir comida y/o bebida.

 

Las 5 diferencias entre hambre física y hambre emocional

Podemos encontrar 5 características que diferencian el hambre física del hambre emocional y que pueden ayudarte a evaluar cuál es tu hambre.

 

Vamos a analizarlas en detalle:

1.Modo de aparición

El hambre física es aquella que avisa que el cuerpo necesita energía. Puede que una persona no se percate, pero el hambre física llega de forma gradual, poco a poco se va notando más necesidad de comer. Son esos momentos en los que las tripas rugen.

En cambio, el hambre emocional aparece repentinamente. No hay sensaciones claras en el estómago, quizás una sensación de vacío o ansiedad generalizada que quiere ser satisfecha de manera inminente: “Quiero comer esto y ya, y hasta que no lo haga me siento bien”. Son situaciones en las que se come compulsivamente y a menudo una persona puede sentirse arrastrada por el alimento. 

2.Sus causas

El hambre física se produce por algo muy simple: el cuerpo necesita materia para mantenerse en funcionamiento y en buen estado.

El hambre emocional es una búsqueda de placer o para “llenar un vacío”. Es muy común cuando se tiene demasiado estrés, sensación de soledad y depresión, o al contrario, cuando se siente euforia  excesiva.

3.Las sensaciones que dejan

Normalmente después de consumir alimentos por hambre emocional, aparece un sentimiento de culpa, arrepentimiento o vergüenza; ya que conduce a comer demasiado y tener atracones además de una molestia física por, con mucha probabilidad, haber comido demasiado.

Esto no ocurre con el hambre física, la cual, en el momento de saciarla, produce una sensación de bienestar, satisfacción y felicidad.

4.Facilidad con la que son saciadas

El hambre emocional es mucho más difícil de saciar; aunque se consuman dulces o postres, el efecto positivo tiene una corta duración y en unas horas, vuelve a aparecer. Esto se debe a que no es una necesidad fisiológica que se puede satisfacer con alimentos, sino una necesidad afectiva y de autoconocimiento de que está pasando en el plano mental y emocional.

Por supuesto, con el hambre física cada comida ingerida sí cuenta, y deja saciadas durante horas.

 5. Modalidad con la que son saciadas

El hambre física es una experiencia: se quiere disfrutar y saborear. Se come con calma y sentadas.

En cambio, el hambre emocional es una tarea: se come rápido, de forma nerviosa, sin saborear, sin atender la comida sino otras ocupaciones (el ordenador, el móvil etc.)

 

Aprendes a reconocer tu hambre

 

No siempre es fácil valorar cuál es tu hambre, por eso te invitamos a seguir nuestras propuestas de CURSOS y TALLERES  de alimentación consciente ya que la participación directa y poder compartir con otras personas es muy importante para el proceso de autoconocimiento.

 

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