1634 personas murieron ejecutadas en 2015
El derecho a la vida es para nosotras el derecho más grande que tenemos como personas. Creemos firmemente que nadie tiene la potestad de quitarle la vida a otra persona.
Pero, 1634 personas murieron ejecutadas en 2015 en 25 países.
Los errores judiciales, las torturas para conseguir confesiones o la inseguridad de ciertos sistemas judiciales son ejemplos en los que apoyamos nuestra oposición a la pena de muerte. Además, en muchas ocasiones, las personas condenadas a penas de muerte son menores de edad. Todos los organismos internacionales denuncian que sistemáticamente se incumplen los derechos fundamentales de niñas y niños.
Existen casos, como en Irán, que la mayoría de edad para las niñas es de 9 años y para los niños de 14. En este régimen fundamentalista y machista, las niñas son condenadas y asesinadas por sufrir violaciones o por ser vendidas por los padres como prostitutas. En este caso, la aplicación de la pena de muerte (por lapidación) es legal a partir de los nueve años.
Actualmente, la pena de muerte realiza ejecuciones en 25 países. En muchos de estos países las condenas, la posibilidad de defensa o la legalidad de los juicios vulneran todos los derechos internacionales de las personas. La lucha contra el terrorismo es una de las mayores justificaciones para llevar a cabo sentencias de muerte. También los delitos por corrupción, como pasa en China.
Hoy es el Día Internacional por la abolición de la pena de muerte, el cual queremos celebrar con nuestra mayor posesión: la vida. Por este motivo luchamos y nos posicionamos contra la pena de muerte en cualquiera de sus formas.
Algunas cifras sobre la pena de muerte en el mundo
Según el Informe anual que Amnistía Internacional presenta sobre “Condenas a muerte y ejecuciones 2015”:
- Las ejecuciones por pena de muerte aumentaron un 54% con respecto en 2015 con respecto a 2014.
- El 89% de todas las ejecuciones mundiales se concentran en tres países: Arabia Saudí, Irán y Pakistán.
- En total 25 países han llevado a cabo ejecuciones dentro del marco de la pena de muerte.
A pesar de estas crueles cifras que atenta contra el derecho a la vida, las investigaciones de Amnistía Internacional hablan de una tendencia hacia la abolición. La abolición de la pena de muerte global se prevé como una tendencia a largo plazo.
No obstante, en 2015 ya son 102 países en todo el mundo sin pena de muerte. En 2015 otros cuatro países se han sumado a la abolición de la pena de muerte. La tendencia hacia la abolición de la pena de muerte es muy positiva. En 1977 sólo 16 países habían acabado con la pena de muerte, hoy son 102.
Debemos seguir denunciando todas y cada una de estas muertes como una injusticia social. Ninguna persona, ningún país debería otorgarse el poder de decidir sobre la vida de ningún ser humano.
Pena de muerte por regiones
América
Estados Unidos es el único país de toda la región americana que a fecha de hoy lleva a cabo ejecuciones. En total en 2015, se realizaron 28 ejecuciones en seis Estados. El Estado de Texas llevó a cabo casi la mitad de todas las ejecuciones del país, trece.
Asia y Oceanía
Pakistán es el tercer país del mundo que más penas capitales ha llevado a cabo en 2015, 326 ejecuciones. Esta región ha sufrido un importante retroceso en el derecho a la vida. Se ha pasado de nueve países con pena de muerte en 2014 a doce países en 2015.
Europa y Asia Central
Bielorrusia es el único país que aplica la pena de muerte en toda la región. Afortunadamente no se ha producido ninguna ejecución en 2015 en estas regiones.
Oriente Medio y Norte de África
En estas regiones se producen ejecuciones por pena de muerte en ocho países. Además el número total ha sufrido un aumento del 26% con respecto a 2014.
Los países donde más penas capitales se practican son Irán (977 muerte) y Arabia Saudí (más de 158 muertes). Esto supone el 82% y el 13% de las ejecuciones totales de la región.
África subsahariana
Los informes de Amnistía Internacional revelan unos datos muy significativos sobre esta región. En El Chad, por ejemplo, hacía más de una década que no se llevaba a cabo ninguna ejecución y se volvió a cometer el pasado 2015. Las ejecuciones por pena de muerte siguen produciéndose en cuatro países de la región: Chad, Somalia, Sudán y Sudán del Sur.
Pero también se recogen datos positivos, el número de condenas a muerte ha descendido notablemente. Y Madagascar y la República del Congo han declarado la abolición de la pena de muerte.
Las mujeres y la pena de muerte
En los diferentes informes sobre pena de muerte el género no es un factor que se tenga en cuenta. Parece ser que ser mujer no aumenta el riesgo de ser ejecutada por una pena de muerte.
Pero sí que existe una muerte, una ejecución capital, que afecta a muchas mujeres principalmente en Oriente Medio. La lapidación.
La lapidación puede que no sea la forma de ejecución más extendida, pero quizá sí es la ejecución más cruel e inhumana por la tortura que implica. Este castigo consiste en semienterrar a la persona y apedrearla hasta la muerte. Se trata de una muerte muy lenta y tremendamente dolorosa.
La brutal violencia contra las mujeres en este tipo de asesinatos nunca se refleja en las cifras oficiales. El secretismo es total, más aún, las lapidaciones se llevan a cabo a escondidas, en cárceles o en plazas de pueblos.
Las mujeres, además, tienen en su contra el enorme analfabetismo de ciertas regiones de Oriente Medio. No tienen acceso a un juicio justo, no pueden defenderse y las confesiones que realizan bajo presiones y torturas luego son utilizadas en su contra por unos tribunales corruptos y exclusivamente masculinos.
Debemos luchar por el derecho a la vida y a la justicia social por quién no tiene derechos, como millones de mujeres en todo el mundo. Imposibilitadas para defenderse y cruelmente condenadas por delitos creados por la sociedad patriarcal. Crímenes tipificados expresamente para todas nosotras por el hecho de ser mujeres.
Países abolicionistas vs. Países retencionistas
Fuente: Amnistía Internacional – Elaboración propia
El total de países abolicionistas en legislación o práctica es de 140. Lo que supone para Amnistía Internacional unas cifras altamente positivas y una tendencia a la abolición total de la pena de muerte en el mundo.
Alzamos la voz en contra de la pena de muerte
La pena de muerte es completamente injusta ya que niega los derechos humanos de la persona al privarle el derecho a la vida, es irreversible si se cometen errores, no disuade contra el crimen, además que se aplica de forma discriminatoria por clase, raza… que suele usarse en países donde sus sistema judicial está sesgado o corrupto, resultando ser una herramienta política autoritaria que limita y castiga las libertades de sus ciudadanas y ciudadanos.
Así, debemos seguir alzando la voz por todas las personas condenadas a pena de muerte, porque ningún país, ningún gobierno, debería tener derecho a decidir sobre la vida o la muerte de un ser humano.
La pena de muerte es un síntoma de una cultura de violencia, no su solución.
Referencias: