Agua

La tradición en la India es quizá el rasgo más significativo de la tercera película de Deepa Metha, Agua. En esta película se pone de manifiesto la terrible violencia que la tradición ejerce sobre las mujeres y especialmente sobre las mujeres viudas.
Un versículo sagrado del Manú dice que “cuando una mujer se casa, se convierte en la mitad del hombre por lo tanto, si el hombre muere, se considera que la mitad de la esposa a muerto”.
Las leyes sagradas de Manú también dicen que: “una viuda tiene tres opciones; arder con su marido en su lecho, casarse con el hermano más joven de su marido o llevar una vida de total abnegación por el resto de su vida, a fin de purgar los pecados de su vida anterior que supuestamente fueron la causa de la muerte de su marido”
Depa Metha es directora de cine siempre comprometida con las injusticias que se cometen contra las mujeres, especialmente las mujeres de India. Sus obras son siempre reivindicaciones contra la violencia machista o las aspiraciones de las mujeres en diferentes circunstancias y problemáticas.
Título original: Water
Director: Deepa Mehta
Año: 2005
Duración: 112 min.
País: Canadá
Guión: Deepa Mehta
Música: Mychael Danna
Fotografía: Giles Nuttgens
Reparto: Seema Biswas, Lisa Ray, John Abraham, Sarala Kariyawasam, Rishma Malik, Buddhi Wickrama, Ronica Sajnani, Manorama, Iranganie Serasinghe
La historia de Agua transcurre en 1938 en la India colonial, momento en el que el movimiento de emancipación liderado por Gandhi está en pleno auge. La película Agua nos cuenta la vida de Chuyla, una niña de ocho años a la que obligan a casarse con un hombre muy anciano que fallece en la noche de bodas. Chuyla es enviada al ashram tras enviudar, una casa para viudas donde viven en condiciones de miseria y donde la corrupción está a la orden del día. Las mujeres que obligan a ir al ashram no solo están condenadas a la pobreza sino también violencia y prostitución forzosa.
Observamos en Agua como la sociedad tradicional y patriarcal domina la vida de las mujeres que son tratadas como seres inferiores siempre supeditadas a los deseos de los hombres. Sin poder ejercer nunca su autonomía y esclavizadas al deseo de los hombres de su entorno. Deepa Metha denuncia en Agua la feroz opresión a la que se enfrentan las mujeres que viven en la India y la peligrosidad del hindusimo extremo.
Además Deepa Metha, por su incansable dedicación de utilizar su cine a modo de protesta y reivindicación feminista sufrió diversos ataques cuando quiso grabar Agua en India: quemaron parte del set de grabación y destruyeron decorados. Finalmente la película tuvo que ser rodada en Sri Lanka ya que Deepa Metha fue declarada persona non grata en su propio país.