Mutilación Genital Femenina o Extirpación del Ser

Mujeres de aquí y mujeres de allá. Mujeres al fin y al cabo, unidas por una realidad de ser mujeres pero con una dureza y crueldad muy distinta que nos diferencia en las oportunidades para una vida. Son infinitas las expresiones de ser mujeres e infinitas las expresiones que tenemos de resistir a esa verdad que nos condena a la falta de derechos, a la violencia, a las constantes agresiones, a la falta de poder para decidir sobre nuestra propias vidas y un largo etcétera. Y es que vivir en una parte del mundo u otra es radicalmente distinto.

Las mujeres, yo incluida, que podemos disfrutar de ciertos derechos (no todos los que nos merecemos como el derecho a vivir sin violencia), no podemos, no debemos, no está en nuestro sentido de vida, olvidarnos de todas las demás mujeres que carecen de todo aquello que nosotras ya disfrutamos. No podemos jamás hacer “el olvido” para todas aquellas vidas que no tienen recursos suficientes y herramientas de lucha contra este patriarcado que nos asfixia y nos anula.

Mientras que tengamos fuerzas y aliento debemos seguir siendo voces para difundir y gritar lo que ocurren en otros lugares para las mujeres. No podemos mirar para otro lado, no debemos hacer como que no existe, no va a desaparecer porque no lo queramos ver, no se lo lleva el viento, permanece esperando que lo atendamos. Tenemos la responsabilidad que no la culpa, de conocer, testimoniar y denunciar la falta de derechos que viven nuestra iguales en tantos lugares de este largo y ancho Mundo.

Siempre digo que nací en este lugar “Bilbao” como podría haber nacido en cualquier otro, que no me apega nada especial a una tierra por muy bella que sea sino a la gente que amo, pero cada vez que pienso que a 5 horas en avión desde Loiu, en Gambia, por ejemplo, no tendría clítoris porque habría sido víctima de la brutal “tradición cultural” de la Mutilación Genital Femenina, ablación, extirpación del clítoris, infibulación… recuerdo lo importante y la suerte que he tenido en nacer en un trozo de mundo donde las mujeres no somos mutiladas al menos de esa manera.

“La mutilación no sólo extirpa el sexo de la mujer, sino también una parte del cerebro que hace de ella una mujer sumisa, porque cuando una niña es mutilada se están vulnerando sus derechos y eso la acompaña a lo largo de toda su vida”

Y es que cada vez que pienso que ser mujer en algunas partes del mundo vale menos que nada me dan ganas de gritar hasta quedarme afónica. No somos carnes, no somos herramientas de trabajo, no somos objetos de uso, no somos marionetas, no somos…

Sí somos vida, pasión, sueños, energía, amor, somos personas que queremos vivir la vida, que queremos cambiar este mundo y hacer de él un lugar más amable y menos malo, somos merecedoras de una vida llena de oportunidades y derechos solo por ser, nada más y nada menos. No queremos ser más que nadie pero no menos que nadie.

Este mundo es tan nuestro como de los hombres y es por ello que no podemos dejar de gritar ¡BASTA YA! Por todas aquellas niñas no nacidas selectivamente porque nacer niña es una maldición, por aquellas que son vendidas en matrimonios forzados y convenidos para ponerse al servicio de un hombre 3 veces mayores que ellas, por todas aquellas a las que se les extirpará su sexo para que no puedan disfrutar de su placer pasando a convertirse en meros objetos sexuales para el placer del hombre, por aquellas que serán vendidas para ser mano de obra barata y esclavas, por todas aquellas que son asesinadas, lapidadas, violadas, quemadas por ácido, encarceladas por abortar, por todas las que viven atemorizadas por alzar su voz y tener opinión por si les significa perder la vida, por todas las que han sido encarceladas por sinrazones, por todas las que su cuerpo es un recipiente al servicio de los hombres, por todas y también por mí misma, ¡BASTA YA!

Pocas veces pido cosas por favor de manera pública pero esta es una de esas pocas veces: NO TE OLVIDES DE ELLAS. Este escrito quiere ser un homenaje a la memoria de todas las que faltan, todas las que sufren, todas las que resisten y todas las que luchan.

“El cine siempre nos permite poder salir de nuestro ombligo y ver la realidad que afectan a otras mujeres que nacieron en el lugar erróneo en el momento inoportuno donde el patriarcado es letal”

 

Miriam Herbón