Las mujeres vivimos en un cuerpo cíclico que fluctúa, un cuerpo con vida y movimiento y en el que suceden cambios, tanto en niveles hormonales como de energía, a lo largo de todo el ciclo menstrual. Ya sea antes, durante o después de la menstruación nuestros requerimientos físicos son distintos en un concepto del tiempo presente y es importante comprenderlo y cuidarnos en esa “ciclicidad y presencia” para poder estar en óptima salud.
Menstruar no tiene que ser un tabú, no es el tema que guardar en el cajón de los trapos sucios, menstruar y vivir acorde a la serie de cambios psicoemocionales que se sufren a lo largo del mes es vivir desde el feminismo, es un acto político, porque, tal y como dijo Carol Hanish en 1970, lo personal es político.
Para iniciar un movimiento desde políticas sexuales/biológicas, siguiendo la línea de pensamiento de la escritora Kate Miller, necesitamos iniciar una psicología y una filosofía feministas que funcione en los márgenes de las entidades políticas tradicionales. Para ello nosotras proponemos embarcarnos en un proceso de autoconocimiento, desde nuestro cuerpo y para nosotras mismas, convirtiendo así nuestro secreto mejor guardado en terreno de avance y lucha.
Antes de mancharnos las manos, consideramos de gran importancia dar lugar a la conceptualización del tiempo cíclico de las antiguas civilizaciones, tan teorizado desde las vertientes del ecofemismo. Las culturas precoloniales entendían el tiempo en un proceso de “eterno retorno”, ciclos en continua reproducción, y precisamente por ello las mujeres tenían un papel tan importante para ellos. Ellas eran la viva imagen de la naturaleza cambiante.
En el mundo extra-occidentalizado del siglo XXI se espera que tanto menstruantes como no-menstruantes funcionen, al igual que el tiempo, de modo lineal. Lo cíclico es impredecible y molesta. Por desgracia, esta es una de las micro-violencias a la que hacer frente.
Para poder hablar de optimización del periodo (de lo que hablaremos en futuros posts) debemos comprender las fases del mismo, para así tomar consciencia de las necesidades de nuestro cuerpo en cada momento del mes.
La división se comprende en 4 estadios: menstruación, pre ovulación, ovulación y premenstruación. A partir de aquí podemos resumirlo en dos categorías más genéricas: folicular y lútea.
Fase folicular
Comienza con la menstruación y termina en el momento en el que el óvulo es liberado, comprende los días 1-14 del ciclo. Durante este periodo los niveles de la hormona FSH (folículo estimulante) están a la alza ya que el cuerpo se está preparando para la ovulación. Así mismo, los niveles de estrógeno también se mantienen altos ya que el útero se prepara para la implantación del óvulo. Los niveles de energía son elevados, especialmente los días más cercanos a la ovulación.
Fase lútea
Una vez el óvulo ha sido liberado dejamos atrás la fase folicular y entramos en la lútea, entre los días 14-28 del ciclo. Esta etapa se caracteriza por la aparición del cuerpo lúteo. El ovario mantiene un “residuo” resultante de la ovulación, rico en colesterol, que potencia la producción de progesterona. Que esta hormona esté elevada significa que el cuerpo está preparando el endometrio, lo engrosa y hace que el útero segregue un moco espeso que impide que entren gérmenes que pudieran afectar a la posible implantación del óvulo fecundado (en caso de que se haya producido dicha fecundación). Durante estos días es normal que la temperatura basal suba unas décimas.
Escuchar lo que el cuerpo nos está diciendo garantiza armonía cíclica y sintonía con nuestra feminidad más primitiva y natural. Nos convierte en sujetos, por primera vez no de deseo, sino emancipado y en resistencia.
De igual modo, debemos ser inteligentes a la hora de responder a las señales corporales, pararnos un segundo, tomar consciencia y hacer elecciones acordes a nuestros objetivos saludables.
Con este post damos comienzo y base a todo el conocimiento menstrual que tenemos preparado para compartiros, pues el desconocimiento de la ciclicidad imposibilita la vivencia de la menstrualidad (¿Conocéis este concepto? Te lo explicamos en la charla del día 24 de noviembre) que es fundamental para vivir una vida digna, cíclica y libre de violencia machista-patriarcal.
Nuestros recursos a tu disposición
En nuestra página web podrás encontrar además otros recursos importantes para poder conocer los beneficios que la alimentación consciente puede darte cuales:
- Sesión de acompañamiento menstrual, o coaching menstrual, gratuita
- Talleres y cursos en la sección calendario para participar de forma presencial.
- Cursos on line específicamente dedicados a la alimentación consciente, a la alimentación consciente y las defensas inmunológicas y a la gestión emocional que ayuda a no crear situaciones de estrés que nos debilitan.
- Nuestras APPS, en particular “”Alimentación Consciente: 10 pasos para alimentarte conscientemente, que podrás descargarte en tu móvil.
- Artículos específicos en nuestro blog .
- Primera consulta de Coaching en Alimentación Consciente.
Te animamos además a realizar nuestro TEST DE ALIMENTACIÓN CONSCIENTE