Cambios emocionales, psicológicos y hormonales tras el parto
Este artículo es la segunda parte de Sexo después del bebé y cambios físicos en el cuerpo de las mujeres. En esta segunda parte analizaremos los cambios emocionales, psicológicos y hormonales tras el parto. También hablaremos de posturas sexuales a la hora de retomar la actividad sexual en el postparto
Ahora que somos mamás ¿no podemos permitirnos estar tristes, cansadas, enfadadas o frustradas? Pues va a ser que sí. Podemos y debemos. Probablemente nos surjan sentimientos enfrentados, ¿por qué estoy tan triste si por fin tengo a mi bebé en brazos? ¿Dónde ha quedado mi vida, mi tiempo de ocio, mi espacio personal? Echo de menos dedicarme tiempo a mí misma. Desde la llegada del bebé me centro única y exclusivamente en él o ella. Me siento egoísta por estar pensando en mi vida sin mi criatura. Me siento culpable por tener estos pensamientos. ¡Error! Nada de culpas. Es lógico y comprensible que tengamos la necesidad de dedicarnos tiempo a nosotras mismas. Procuremos hacer una coraza frente aquellos comentarios, inocentes e ignorantes) en la mayoría de los casos, de las personas más allegadas que hacen que nos sintamos culpables por delegar cuidados o responsabilidades en momentos concretos para dedicar tiempo a nuestro autocuidado. Y es que ¡es necesario! Aunque nos cueste sobremanera, tenemos que ser capaces de separarnos del bebé, es tan sano para nosotras como para él/ella.
Estamos sometidas al estrés que supone el cuidado de un ser tan dependiente que nos olvidamos muchas veces de nosotras mismas y llegamos a permitir sin quererlo que nuestra autoestima caiga en picado. En este artículo sobre la autoestima como vitamina para la vida os presentamos algunas claves para una autoestima sana.
Pero en muchas ocasiones nuestros esfuerzos para mantenernos firmes, completas y enteras no son suficientes y es que tenemos que tener en cuenta que a nivel hormonal nuestro cuerpo ha sufrido múltiples cambios que dan lugar a que muchas veces sintamos angustia, ansiedad, inseguridad, estrés o incluso la temida depresión postparto, disforia o maternity blues.
Nuestro nivel de hormonas debe equilibrarse de nuevo, tenemos que tener paciencia y ser conscientes en todo momento de que lo que nos está pasando no está fuera de lo común, que vamos a recuperarnos y a salir adelante.
Estos cambios hormonales con todo lo que acarrean, también pueden ser los responsables en gran medida de que hayamos perdido el interés por el sexo.
Cuando nos quedamos embarazadas las hormonas femeninas llamadas progesterona y estrógeno aumentan sus niveles muy rápidamente y de forma considerable pero una vez damos a luz el nivel de estas hormonas baja igual de rápido. Este sube-baja hormonal provoca sentimientos de tristeza, apatía, cansancio e incluso depresión.
Hoy en día existen múltiples terapias, talleres, eventos, cursos y programas que nos pueden ayudar con la depresión postparto y con el manejo de la ansiedad y el estrés. Estos recursos nos ayudarán a prevenir una depresión mayor y su consecuente uso de mediación para su tratamiento. Os proponemos que le echéis un vistazo a nuestro Programa para la Prevención de la Ansiedad y los talleres de gestión emocional y Mindfulness en nuestra página web.
Posturas sexuales recomendables a la hora de retomar la actividad sexual en el postparto
No existe un manual o un “mamasutra” que indique cuáles son las mejores posturas sexuales en el postparto pues dependiendo de nuestro estado tanto físico como emocional, tendemos a preferir unas u otras y en general, aquellas que nos hagan sentir más cómodas o que eviten que tengamos molestias.
Aún así, existen ciertas posturas que pueden facilitarnos la penetración indolora o que pueden ayudarnos a estar más cómodas. Por ejemplo, si nos colocamos encima podemos ser nosotras quienes regulemos la profundidad de la penetración así como la intensidad del movimiento, evitando molestias y parando cuando lo consideremos. En el caso de que nos hayan practicado una cesárea, si ponen todo su peso sobre nosotras, probablemente sintamos molestias bien en la cicatriz externa o en la zona interna.
Las posiciones laterales además de crear un entorno más íntimo en el cual nuestra pareja tiene los brazos libres para abrazarnos y acariciarnos sin colocar su peso sobre nosotras, también pueden resultarnos cómodas ya que realizaremos el acto sexual con mayor suavidad.
Si optamos por la posición del misionero (persona arriba – mujer abajo), tendremos que andar con cuidado y controlar que la penetración no sea muy profunda o brusca, ya que nuestro útero aún esta convaleciente y podemos hacernos daño. En esta situación, se aconseja no levantar en exceso las piernas para que la penetración no sea tan profunda.
En conclusión, no debemos forzar situaciones si no sentimos que estamos preparadas para retomar la actividad sexual. Tenemos que comunicarnos con nuestra pareja para retomar una vida sexual sana, nunca solo complaciendo a la otra persona ni por obligación ni por culpa. No hay que alarmarse, pues con todos los cambios que hemos sufrido durante tantos meses es lógico que nos cueste incluso plantearnos mantener relaciones sexuales, pero todo llega y debemos sentirnos preparadas al cien por cien y así volver a disfrutar del sexo con todos nuestros sentidos porque la sexualidad es una parte más de nuestra vida digna de ser vivida plenamente.
Cuando la ansiedad camina a nuestro lado
¿Quién no ha sentido alguna vez en su vida ansiedad? ¿Quién no ha tenido alguna vez un ataque de ansiedad? ¿Quién no se ha tenido que enfrentar a la terrible sensación de perder el control sobre el propio cuerpo y la mente?
En esta publicación os hablamos sobre los factores estresores en las mujeres y sobre cómo gestionar la ansiedad.